El invierno puede ser una estación muy bonita para realizar fotografías sorprendentes. La naturaleza durante el invierno, está como muerta, triste, apagada de vida. En cambio, una nevada o una helada durante la noche puede regalarnos un paisaje con sorprendentes motivos que recordar. Y es el hielo o la nieve los elementos perfectos para buenas fotografías.
Podemos fotografiar una rama cubierta de nieve o los “chupones” que se forman con las heladas y que muchas veces tendemos a golpear para que se caigan y acabamos cogiendo un par de ellos para jugar, aunque sea un ratito.
Con respecto a la fotografía y a sus condiciones en este tipo de paisaje no son muchas, simplemente tendremos que vigilar las pilas ya que si hace frío, esa es una de las partes que hay que tener especial cuidado ya que podrían congelarse y no poder usar la cámara.
Tanto para fotografiar la nieve como el hielo, considero que lo mejor es esperar a que haya un sol directo que lo que hará es que podamos conseguir hermosas fotos con distintas tonalidades dependiendo de cómo incida la luz sobre la nieve o el hielo.
Aquí os dejo unas fotos para que veáis.
