Bueno, hoy me he levantado con una fotografía que me ha hecho pensar seriamente sobre la integridad, no sólo personal, sino también laboral.
La fotografía, que dará la vuelta al mundo varias veces, muestra, según parece, el cadáver de David Carradine, aunque la verdad es que no se aprecia bien y no podemos decirlo a ciencia cierta.
Pero mi duda es, ¿hasta qué punto raya la profesionalidad a la violación de intimidad? Entiendo que hay libertad de prensa, que cada uno es libre y, como noticia que son los famosos, se pueden hacer eco, pero, ¿también de su muerte? Eso es algo que no creo que estuviera bien, que una fotografía de la vuelta al mundo sólo porque muestra la forma en la que un actor, un querido actor del mundo cinematográfico, ha fallecido en extrañas circunstancias.
Yo no lo veo de buen gusto. ¿Y vosotros?
